lunes, 12 de abril de 2010

Stand by

En vista de que mi tiempo libre se ha visto reducido a la mínima expresión, que el trabajo absorbe todas mis energías y que cuando ya por fin me siento, una vez concluidas todas las obligaciones, mi cabeza tiene tal embotamiento que me impide siquiera el contestar a vuestros comentarios y el darme un paseo por vuestros blogs, he decidido apartarme un poco de la vida blogueril hasta que amaine un poco la tormenta si es que eso es posible. Ni siquiera el fin de semana me ha permitido tener un momento de tranquilidad y mi correo se va llenando de comentarios sin responder y de correos por contestar.

Me gustaría pensar que esto tendrá un final, que no me veo de nuevo atrapada por un trabajo agobiante que no me deja un momento de respiro, como ocurría no hace demasiados años, pero la verdad, es que a corto plazo no parece que la cosa vaya a mejorar.

Pues eso, que ya no doy mucho más de si. Espero, deseo, volver a leeros muy pronto.

Muchos besos.

Me iba a ir sin poner música, pero dado que hay unos cuantos vídeos en mi canal que aún no han aparecido por aquí, pues para no perder la costumbre, algo de aquello que me gusta escuchar. Pensar en helicópteros me recuerda el viajecito que me pegué en uno de ellos para disfrutar desde las alturas de las cataratas del Iguazú. Un viaje que no me importaría nada repetir.

Escape With Romeo - Helicopters In The Falling Rain (1999)

miércoles, 7 de abril de 2010

Y van dos...

Hoy estoy al borde del colapso en el curro. Después de un duro y frío invierno, aprovechando que llevamos unos cuantos días de sol y de cálidas temperaturas, se me ha ocurrido esta mañana plantarme la minifalda vaquera que estaba muerta de asco en un cajón desde... yo que sé cuando. He entrado acelerada a trabajar con la planificación mental de qué cosa hacer en cada momento para sobrevivir a lo que me esperaba hoy. Cerrar una planificación, reunión, charlas al teléfono para aclarar dudas, dos implantaciones que vigilar y con las pulsaciones aceleradas porque el tiempo se me echa encima. Son las doce de la mañana y he correteado de acá para allá cerrando temas con la gente.

Una cabeza asoma por encima de la mampara que me aisla un poco del resto del personal. Es el impresentable de mi jefe. El cabrón con pintas. Yo al teléfono y él haciendo señas para que vaya al despacho cuando acabe de hablar. Qué narices querrá ahora, lo que me faltaba. Me levanto y cojo el cuaderno de parapeto cuando le descubro a mi lado.

- No, deja el cuaderno. Solo quiero que veas un correo antes de mandarlo para ver que te parece.

(Vaya hombre, siempre manda lo que le sale de los huevos y hoy quiere que le dé mi opinión.)

Vale, dejo el cuaderno y nos acercamos al despacho. Me asomo a su pantalla para leer lo que tiene escrito.

- No, mujer, siéntate y léelo tranquilamente.

(Hay que joderse. El otro día me da el alto metro y medio antes de llegar a la mesa. Hoy, me tenía que sentar)

Pues si señor. Me he sentado, pero para leerlo tranquilamente como él quería he metido bien las piernas debajo de la mesa. Lo he leído. Muy bien, me parece perfecto.

- ¿Lo entiendes? -me dice

(Hombre, te crees que soy gilipollas o qué. No sólo sé leer y comprender, sino también interpretar que te importa tres cojones que entienda o no lo que has escrito. Que precisamente hoy tenía que sentarme en tu escritorio para darte el VºBº a tus correos. )

Dos veces en la misma semana ya es mucho, eh? Hala, chaval, me voy a seguir con lo mío que tengo taquicardias de la cantidad de cosas que tengo para hoy. Ni siquiera me voy a cabrear como el otro día porque no tengo tiempo. Que usted se la menee bien. Agur.

Voy a ver si bajo el ritmo de pulsaciones y continúo con el resto del día.

The Housemartins - Flag Day (1986)

lunes, 5 de abril de 2010

¿A ti te gusta que te miren la polla cuando hablas?

Bueno, alguno en un alarde gracioso me diría que si, pero dudaría que fuera cierto. Es bastante desagradable mantener una conversación y que tu interlocutor en lugar de mirarte a los ojos, dirija su mirada a las tetas y más aún cuando no estamos en igualdad de condiciones. Quiero decir que estar informando de algo a un tío que se encuentra repanchingado en su sillón delante de su escritorio mientras que tú estás de pie soltando el rollo ya es de por sí una situación, para mi gusto, algo carente de educación porque qué menos que te digan que te sientes. Pero no, a algunos individuos les encanta verte ahí plantada, sin haber llegado siquiera a la mesa porque parece que te dan el alto metro y medio antes, y desde su perspectiva te interrogan. Y lo malo no es sentirse interrogada, sino que el buen señor, en lugar de prestar atención a lo que estás diciendo, se regodea mirándote las tetas. Y te entran ganas de decir: so gilipollas, ¿qué estás mirando? ¿me estás escuchando? Pero claro, como le vas a soltar semejante frase al jefe. Así que no sabe una muy bien donde meterse mientras la mala hostia va en aumento a medida que la conversación se dilata. Por cada palabra que dices, en tu mente reverbera un "valiente cabrón" y acabas saliendo más cabreada que una mona del despacho.

Hace unos años tuve un jefe que hacía tres cuartas de lo mismo, solo que este más que un cabrón, era un pobre infeliz, lo cual no hace que resulte menos desagradable el tema, porque además daba la sensación de que se te quedara pegado a los pezones. Y mientras que lo de hoy ha sido una anécdota, con este otro, era el pan nuestro de cada día. Me resultaba tan incómodo que opté por acercarme siempre con un cuaderno a modo de parapeto.

Joder, a mi los tíos me gustan pero no se me ocurriría nunca anquilosar la mirada en el paquete de nadie manteniendo una conversación de trabajo, por mucho que me gustara el tío. Si estamos tomando una copa y me miras las tetas, por lo menos tendré la opción de quejarme si es que me resulta desagradable, pero no utilicemos los despachos y nos aprovechemos del poder para hacer lo que nos salga de los huevos. Que sois unos capullos de mierda por mucho despacho que os adorne.

Mira, parece que necesitaba un cabreo de estos para desentumecerme bloguerilmente. Y para musicalizar el post, que mejor que la portada de este album de los Spiritual Front que está lleno de estupendos temas. Otro de los grupos que me descubrió el amigo simplexia.

Spiritual Front - Love Through Vaseline (2006)