Como ya comenté en su día, estaba deseando ver esta película y en cuanto que se estrenó me escapé a verla. Y... bueno, iré por partes y empezaré por el final. Conclusión: Me gustó pero con unas cuantas reservas. Si vas al cine a ver una película sobre
Hipatia, olvídate. Ella es un personaje más de la historia. Lo que sí que verás es el cuidado que siempre pone
Amenábar en el rodaje de las escenas mimando los detalles para conseguir que resulten cuasi perfectas. ¿Fiel a la realidad? Pues teniendo en cuenta que son pocas las cosas que se saben sobre la vida de
Hipatia y no de todas ellas se puede estar seguro al cien por cien, pues casi que te puedes inventar la película. Y de hecho, es lo que al final ha acabado haciendo. Así que asumiendo esto, pues la película te puede resultar interesante siempre y cuando te gusten este tipo de películas, claro. El contexto histórico creo que está conseguido. El fenecer del paganismo frente al imparable ascenso del cristianismo son la clave de los acontecimientos que se narran en la historia pero
Hipatia debía ser el hilo conductor y esa parte cojea bastante. Quizás hoy no resulte muy llamativo el hecho de ver a una mujer educando a las más altas esferas, adulada y adorada por todos sus discípulos sin excepción entre los que se encontraban tanto paganos como cristianos por igual (bueno, yo creo que también resultaría llamativo). Pero es de imaginar que en el s. IV era tan poco común que no es extraño que esta mujer que lo que si parece es que poseía una sabiduría poco habitual en las féminas, despertara pasiones. Pero lo historia real de
Hipatia no cuenta nada sobre una posible relación amorosa entre
Hipatia y
Orestes (su alumno y posterior prefecto romano de
Alejandría), ni de ningún amor profesado hacia ella por algún esclavo. Y es que parece que si uno no calza el amor en las películas como que estas se quedan cojas. Tampoco está claro que la destrucción de la biblioteca de
Alejandría se produjera en vida de
Hipatia. Y menos aún que
Hipatia llegara a la misma conclusión a la que llegaría trece siglos después
Johannes Kepler atribuyendo una trayectoria elípitica a los planetas. Esto ya si que me pareció rizar el rizo por parte de
Amenábar. Este tipo de detalles y el hecho de que
Amenábar no tiene validez para dirigir películas épicas es lo que me desilusionó de alguna forma de la película.
La estética de la película es sublime. La recreación histórica de las calles, el
Faro de Alejandría, la
Biblioteca, todo resulta estupendamente acertado pero los personajes acaban resultando simples. La impresionante mujer que participaba activamente en la política de
Alejandría, que educó a sus gobernantes no tiene fuerza en la película. Las escenas más bélicas, como el asalto a la biblioteca se quedan en un mero empuje y correteo de acá para allá. La utilización del
Google Earth está estupenda pero para mi gusto, abusa de ella. La muerte de
Hipatia a manos de los cristianos es de todas, la escena más pobre si se compara con lo que fue en realidad. Golpeada y arrastrada por la ciudad hasta trasladarla a un templo donde fue desnudada y descuartizada paseando después sus restos triunfantes por toda la ciudad, se traduce en la película en morir asfixiada a manos de su esclavo cristiano para salvarla del lapidamiento a que iba a ser sometida. Escenas que de haber sido rodadas fieles al dramatismo de lo que en realidad fueron, podrían poner el broche al protagonismo que esta mujer tuvo en la historia pero
Amenábar no consigue trasladar al espectador de ninguna forma a lo largo de la película la importancia que tuvo la filósofa en el discurrir de la historia de
Alejandría. Y si vas a ver una película sobre
Hipatia como mínimo
Hipatia tiene que ser centro de atención, de deseo, de admiración y la que maneje la historia que pretendes contar.
Y que quede claro, que de cualquier forma es tan solo mi opinión personal.