Sabía que no habría lugar para la conversación. No hasta que no se liberaran del deseo. Cuando golpearon la puerta, las pulsaciones se aceleraron, el corazón parecía salírsele del pecho y temió que no le respondieran las piernas. Cuando le descubrió al otro lado sintió que perdía el equilibrio. Como quien descorcha una botella de champagne, la explosión de los sentidos se derramó desbordando ese primer instante titubeante y todo giró en remolino infinito de sensaciones placenteras haciendo del instante y del todo una eternidad en la que morar. La pasión contenida se liberó a través de caricias mil veces soñadas, de bocas que se comían y recorrían excitadas, de cuerpos que se empeñaban en apretarse uno contra el otro, en fundirse. Como si todo alrededor girara en una vertiginosa corriente se fueron acariciando y desnudando sin apenas separarse un milímetro.
Le adivinó el miembro erecto cuando cruzaron la mirada en la misma puerta y lo sentía tenso y deseando estallar cada vez que la estrechaba contra él, cada vez que la arrinconaba contra la pared, mordisqueando cada palmo de piel que iba quedando al descubierto. Y ella sentía derramarse cálidos ríos de flujo entre sus piernas, sin poderlos contener. Como si todo lo derramado durante tanto tiempo hubiera vuelto a ella para entregárselo a él.
Se agachó para comerle, para absorberle, para recibir aquello que tantas veces la ofreció, para disfrutar de aquello que era suyo, para saborearle más allá de lo imaginado. Y sintió la inmensidad en su boca, su palpitar, su tensión y el deseo que se contenía. Y así lo disfrutó, lo tragó y recorrió con su lengua hasta estremecerlo, hasta sentirle al punto de la explosión. Buscó de nuevo su boca para salivar juntos, para saborear a medias mientras los dedos de él se hundían y la buscaban dentro de sí. Retorciéndose, gimiendo de puro goze, enloqueciendo al tacto..., al sabor. Y todo seguía girando. Y giró en alocado torbellino cuando su boca se hundió entre sus piernas y ella sintió que su lengua se introducía en lo más recóndito de sí, allí donde tan larga fue la espera. Donde las húmedas caricias le hacían elevar las caderas, donde apenas el leve rozar hacía que temblara, que se perdiera el sentido, que su clítoris iniciara la danza desenfrenada de contraerse y relajarse como si a través de él se diluyera el mundo.
No había freno para el placer desatado. Se sintió arrastrada y contra la pared. Atravesada y sin consciencia, salvo la certeza de poseer al otro yo deseado. Dentro de sí explosionaban los sentidos y apretaba y relajaba sus piernas para atrapar su polla y liberarla, para dejarla mil veces escapar y así mil veces más cobijarla. Y con cada bienvenida un gemido, con cada sacudida un nuevo goce, con cada embite un nuevo derrame de calor y de oleadas viscosas que ivan y venían, que se mezclaban para convertirse en el jugo más sabroso, el que habría de llegar y que ya se anunciaba en cada gesto, en cada temblor, en cada pálpito que al unísono estalló en grito sordo que salió de sus labios y que sacudió el cuerpo de ambos hasta hacerles perder el equilibrio de los sentidos. Mil pedazos de pasión desbordada, de dicha jamás sentida que recorría sus cuerpos y se alojaba para siempre en el lugar más preciado de sus mentes. Para el recuerdo, para la añoranza, para revivirlo una y otra vez...
Un sonido estridente y agudo reordenó neuronas, desperezó bruscamente los párpados. Extendió la mano para hacerlo silenciar. En sus retinas aún la imagen fija de cada mañana, el sueño que cada noche la alcanza. La humedad entre sus piernas... y la que se desliza por sus mejillas al retornar a la vida y su realidad.
Band Of Horses - No One's Gonna Love You (2007)
7 comentarios:
JO-DER... Lo intuído. ME ha encantado... ES una mezcla de lo que debe ser el sexo, INTUICIÓN, IMAGINACIÓN y FUEGO. Completamente evocador, sí, sí... muy real, diría yo...ufff... voy a abrir las ventanas de El Torreón, que corra un poco el aire, que se ha elevado la temperatura considerablemente... bueno, ahora a la cama... quien pueda dormir! JA! BEsos y gracias
Nenit,a hay que ver!! que una está muy solicaaa!
Tremendo texto.
Besos sofocaos!
Bueno, Venti, te he dado tiempo para que te refresques. :)
Me alegra que te haya gustado, se hubiera quedado perdido por ahí de no ser por ti. Gracias a ti.
Y... que felices sueños, eh?
Besos.
Klimt, joer, si yo no estuviera solica como tú, en lugar de escribirlo lo estaría practicando, que recuerdo que era mucho mejor, no? Jeje.
(por cierto, me acordé de tí al poner el cuadro :) )
Besicos.
Woooooooooooooowww!!!!! Impactante y superexcitante.
Me encanta como escribe. Transmites.
(Yo tambien recuerdo, que era mucho mujer, si la memoria no me falla. Jajajajajajaja!!)
Besos guapa
Gracias, islands. Yo espero que la memoria no me falle no sea que me lleve un chasco el día que toque. Jajaja.
Muchos besos. Pásalo muy bien.
Bufff. Mare meua. Bufff. Y encima al compás de una de las canciones que más me han atrapado en la primera década del S.XXI. Ha sido un genial estallido escrito. Voy a beber un poco de agua, que se me ha quedado reseca la garganta.
Venti, cierra las ventanas del Torreón ya, joer, que te vas a congelar.
Besotes.
Yo si que tengo que abrir ventanas y tomar cosas frescas después de escribirlo, Wood. Jajajaja.
Supongo que Venti ya está al calorcito de la chimenea en el Torreón y sino, más le vale porque la ola de frio no va a perdonar ni a los sureños. :)
Besos.
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